viernes, 17 de junio de 2016

Review: The VVitch

¿Están en busca de brujería, actividad paranormal, suspenso y terror psicológico puro y duro?

Pues no busquen más incautos, la película del novato Robert Eggers ya está entre nosotros para que podamos disfrutar de ese terror que estábamos buscando, La Bruja (The Witch).

Y en nuestra humilde opinión, que para ser su primera vez, lo de “novato” ya le queda chico. Pues se hizo con el premio a mejor realizador en Sundance 2015 siendo uno de “los nuevos directores del momento”.


Pero entonces ¿Qué nos trae La Bruja para tanto premio?

Bien, el film inicia en Nueva Inglaterra a mediados del siglo XVII en medio de un marco de opresión social donde nunca mejor dicho la palabra de la iglesia era palabra “santa”. Donde una familia de colonos es condenada al destierro viéndose obligada a encontrar un nuevo lugar al que poder llamar hogar.

Esta familia, que está constituida por el matrimonio y cinco hijos encuentra este lugar cerca de un bosque, donde según dicen las leyendas, habitan fuerzas de la oscuridad. Pero vamos, que si hiciésemos caso a esa clase de advertencias no habrán cuentos de horror.

Pasa el tiempo y la familia logra constituir una pequeña granja (y hasta bastante bien constituida permítanme decir) por lo cual todo parece funcionar sobre ruedas.

Pero la historia se empieza a complicar cuando el pequeño hijo recién nacido desaparece casi frente a los ojos de la hija mayor, protagonista del film. Y cuando decimos casi frente a los ojos es literal, basta mirar el trailer para saber de lo que estoy hablando. Y para colmo de males la cosecha, prácticamente único sustento tanto para comer como para comercializar, empieza a pudrirse.


Es a partir de esos sucesos y en medio de mentiras y falsas acusaciones que la relación entre los miembros de la familia comienza a ser cada vez más tensa. Eso sin mencionar que estamos situados en una época donde mirar de reojo a alguien o hablar mientras duermes por las noches podía ser causa de sobra para ser acusados de brujería o adoradores de algún demonio errante.

¿Pero qué es lo que hace de La Bruja una película tan absolutamente especial?

Sucede que el film nos trae parte de esa “magia” (y negra) del cine de horror de antaño donde se creaba una atmosfera tan siniestra y encantadora que nos llevaba a querer quitar el VHS pero no podíamos porque estábamos ya “hechizados” por lo que estábamos viendo ¿Alguien dijo El Exorcista o La Profecía? Bueno…que no tanto, maravillas así solo pasan una o dos veces cada cincuenta años.  Pero donde me apresuren, me animaría a ponerle al menos en la misma repisa.

La fotografía es simplemente excelente y la puesta en escena para mostrar la forma de vida de una familia promedio de la época es cuando menos, espectacular.

 

Los personajes son exquisitos. El padre, un religioso fundamentalista donde encuentra la respuesta en dios hasta para decir “agua va”. La madre que vive solo en pos de él y su familia, sí, en ese orden. El hijo mayor que a su corta edad solo pretende llegar a ser como su progenitor y nuestra protagonista que no es más que una adolescente que se da cuenta de que es capaz de pensar por sí misma sin necesidad de una explicación religiosa todo el tiempo…¡bruja!

¿Qué nos olvidamos de los mellizos pequeños? Ellos están en otro nivel, pero tienen que ver la película para saber lo que les quiero decir. No nos olvidemos del Bosque, el Bosque tiene vida propia señores. Y como olvidar a…no, es cierto. Esto es una crítica sin spoilers.

En definitiva, déjense llevar por el lado oscuro (mmm….) y permitan entrar el poder de la fe en sus corazones. Cuidado, nunca dijimos fe en qué. La Bruja llegó pisando fuerte y tienen con que justificar que fue una de las películas más esperadas en lo que va del año.


Pulgares para arriba: la ambientación, la fotografía, el drama familiar siempre justificado en la religión y las escenas gore, que si bien las podemos contar con los dedos de una mano y nos sobra alguno son perfectas y en el momento justo.

Pulgares para abajo: crea un ambiente demasiado pretencioso que el desenlace en los últimos minutos no termina de convencer (al menos a quien suscribe). Es como cocinar durante hora y media y cenar en cinco minutos.

En fin 9/10 Universos Alternativos.


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